El rey de la arcilla y su sucesor sellaron con un triunfo su flamante sociedad en los Juegos Olímpicos de París.
El español Rafael Nadal, con 14 títulos de Grand Slam en esa superficie, y su compatriota Carlos Alcaraz, que lo tenía de ídolo de niño y ahora está llamado a tomar su lugar, vencieron 7-5, 6-4 a los argentinos Máximo González y Andrés Molteni el sábado en el estadio Philippe Chatrier por la primera ronda del torneo olímpico.
La primera actuación conjunta de los españoles fue el plato fuerte de la jornada.
Nadie ha brillado tanto en la arcilla de París como Nadal, de 38 años, el máximo ganador en la historia de Roland Garros. Además, ya ostenta medallas de oro en sencillos (2008) y dobles (2016). Alcaraz, de 21, es el último campeón del Abierto de Francia y disputa sus primeros Juegos Olímpicos.
“Jugar con Carlos en dobles ha sido una experiencia inolvidable para mí. Estoy disfrutando cada momento”, expresó Nadal, a quien su físico no le ha dado tregua en el ocaso de su carrera y puso en duda que vaya a jugar ante el húngaro Marton Fucsovics el domingo por la primera ronda. “Lo hablaré con mi equipo”.
El triunfo fue un día después de que Nadal portara la llama olímpica durante la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos.
“Fue un sueño hecho realidad”, destacó Alcaraz. “Tenía bastantes nervios al principio. El Philippe Chatrier lleno, jugar con Rafa, primeras olimpiadas. Era un momento complicado de lidiar. Conforme fue avanzado el partido, los he ido gestionando de manera más adecuada y al final pude acabar jugando un gran tenis”.
Pero la victoria estuvo lejos de ser aplastante.
Los argentinos, una de las mejores parejas del circuito de dobles y que alcanzaron los cuartos de final en cuatro de los últimos seis Grand Slams, no se amedrentaron por la silbatina de los franceses que acompañó su ingreso a la pista y llevaron a los españoles al tie-break en el primer set.
González y Molteni se pusieron 3-0 en el segundo. Fue entonces que el instinto asesino de los españoles afloró para quedarse con la victoria, que selló Alcaraz con un remate en la red. “Vamos”, gritó el heredero y se fundió en un abrazo con su ídolo ante la ovación a pie del público.
“Jugamos contra dos campeones que son los favoritos del público. Somos argentinos, en Francia. Nos reíamos porque sabíamos que iba a pasar eso (por los silbidos) y pasó”, comentó González. “Ellos son dos guerreros, nunca dan nada por perdido. Tuvimos pequeñas chances que no supimos aprovechar y se nos escapó el partido”.
“Nosotros no habíamos jugado nunca en este estadio y las condiciones eran bastante lentas por la lluvia y techo cerrado”, describió Molteni. “Daba mucho para jugar como lo hacen los singlistas, mucho de fondo y no ir tanto a la red. Son dos grandes campeones”.