Tres buques de la flota rusa atracaron en el puerto capitalino de Cuba el sábado, un mes y medio después que lo hicieran barcos de guerra del país euroasiático luego de realizar maniobras de práctica en el océano Atlántico.
La primera de las tres naves esperadas, el buque escuela “Smolniy”, fue recibida a primera hora en la bahía de La Habana con salvas de cañón a manera de amistoso saludo, constató The Associated Press. A lo largo de la mañana llegaron las otras dos embarcaciones.
Se espera que los buques permanezcan en las radas de La Habana hasta el próximo martes.
A mediados de junio tres embarcaciones de guerra, incluyendo un poderoso submarino de propulsión nuclear, atracaron en la Bahía de La Habana, llamando la atención del gobierno de Estados Unidos que siguió de cerca las operaciones y maniobras, aunque reconoció que no representaban un peligro.
La llegada de esas embarcaciones fue vista por algunos como una demostración de fuerza por parte de Moscú en momentos en que Estados Unidos y otras naciones occidentales apoyan a Kiev en la guerra de Rusia contra Ucrania.
En un comunicado, el Ministerio de las Fuerzas Armadas informó a comienzos de esta semana sobre el arribo de estos buques calificándolo como “una práctica histórica” con naciones con las cuales se mantiene “relaciones de amistad y colaboración”, pero no ofreció detalles sobre el objetivo de la presencia de esas naves rusas.
Acompañando al “Smolniy” vienen también el petrolero de altamar “Yelnya” y el patrullero “Neustrahimiy”, detalló.
Las autoridades isleñas indicaron que la población podría subir a visitar el “Smolniy” el domingo y lunes.
Muchos cubanos aprovecharon para dar una vuelta por la avenida del puerto.
“Estoy dando un paseo en familia”, dijo a la AP Maydelis Pérez, de 29 años, quien vino a ver la entrada de los anunciados barcos junto a sus tres niños. “Es algo amistoso. Un vínculo entre Rusia y los cubanos”.
Unos metros más allá, Gabriel Turro, un trabajador estatal de 64 años observaba con atención el paso del buque escuela “Smolniy” sobre el cual se formaron en posición de firmes y vestidos de blanco los marineros y oficiales rusos. “Para mí no tiene ningún problema (la visita)”, señaló.
Cuba y Rusia, que están sancionadas por Estados Unidos, han incrementado sus nexos políticos y económicos en los últimos años.
Para la isla, el embargo de Estados Unidos que busca presionar un cambio de modelo tiene un gran impacto financiero, y desde el fin de la pandemia de coronavirus Moscú estuvo vendiendo petróleo a la isla, así como fortaleciendo su presencia mercantil.
La Habana nunca se sumó a la condena de la guerra en Ucrania y abogó por una negociación pacífica.