El presentador Jimmy Kimmel volvió a convertirse en blanco de ataques del presidente Donald Trump, quien en la madrugada del jueves exigió nuevamente que ABC lo saque del aire.
El mensaje presidencial apareció apenas minutos después de que concluyera el episodio nocturno de Jimmy Kimmel Live! en la costa este, lo que evidenció que el mandatario vio el programa en tiempo real.
Trump publicó en Truth Social una crítica directa contra el comediante, cuestionando sus ratings y pidiendo a la cadena que lo destituya. El ataque ocurrió en medio del ambiente tenso que rodea a la Casa Blanca tras la presión bipartita para divulgar documentos adicionales del caso Epstein, un tema que Kimmel ha resaltado insistente y satíricamente en su programa durante las últimas semanas.
En la emisión más reciente, el presentador dedicó buena parte de su monólogo a analizar el caso, a burlarse de las reacciones políticas en Washington y a comentar la cena de Estado entre Trump y el príncipe heredero de Arabia Saudita.
Esa combinación, según apuntó el propio Kimmel, habría provocado la reacción inmediata del mandatario.
El comediante relató que se enteró del nuevo reclamo presidencial a través de su esposa al despertar por la mañana, y bromeó sobre la obsesión del mandatario con su programa, sugiriendo que incluso en medio de controversias mayores, Trump reserva tiempo para atacarlo. Kimmel aprovechó el segmento para ironizar sobre los intentos recurrentes del presidente por forzar su despido y señaló que esto ocurre aproximadamente “cada cinco semanas”.
La confrontación entre ambos no es nueva. En septiembre, ABC suspendió temporalmente el programa tras presiones de grupos de afiliados molestos por comentarios de Kimmel acerca de figuras conservadoras. El episodio había reavivado la disputa con la Casa Blanca, que celebró públicamente la suspensión antes de que la cadena reinstalara el programa días después.
En su respuesta más reciente, Kimmel optó por un tono más desafiante, dirigiéndose directamente al presidente y proponiendo que ambos abandonen sus puestos simultáneamente. Cerró el segmento con “piggy” (cerdito), una frase que imitó un insulto que Trump utilizó recientemente contra una reportera, intensificando así el pulso mediático.
