





La estética coquette llegó para quedarse… pero esta Navidad está viviendo una inesperada evolución. Durante meses, los moños en zapatos, blusas y peinados dominaron el feed de tendencias.
Su encanto femenino, dulce y etéreo, convirtió cada detalle en una oda al romanticismo moderno.
Y, por supuesto, los árboles navideños no se quedaron atrás: los gigantescos lazos estilo balletcore coronaron miles de decoraciones, convirtiéndose en el símbolo máximo del espíritu coquette.

El árbol de Navidad “tulle” o “tul” será tendencia
Sin embargo, como toda it-trend que se respeta, la moda avanza rápido y ya tiene sustituto: el árbol de Navidad “tulle”, una versión aún más glam, teatral y visualmente irresistible que está revolucionando la temporada. Le dice “adiós” a los moños tradicionales para dar paso al tul como protagonista absoluto. Y sí, es tan hermoso en persona como lo has visto en redes.
¿La clave del furor? El tul convierte cualquier árbol común en uno digno de un editorial de moda. Suave, voluminoso y con un brillo sutil, envuelve el pino como si se tratara de un vestido haute couture.

En lugar de colocar cintas o lazos sobre las ramas, la tendencia propone incrustar tiras de tul directamente en los “huecos” naturales del árbol, logrando capas esponjosas que imitan un tutu o una falda vaporosa.
El resultado es un árbol con movimiento, textura y un aura princess-ready que encaja a la perfección con quienes buscan “algo más” en su decoración navideña. Nada de adornos rígidos o recargados. Esta propuesta abraza lo etéreo, lo voluminoso y lo delicado en un solo golpe visual.
Además, funciona especialmente bien con tonalidades coquettes como el rosa pastel, el blanco perlado, champaña o los metálicos suaves. De hecho, la mezcla de tul con esferas brillantes se ha convertido en la combinación más viral del momento.

¿Cómo decorar un árbol estilo “tulle o tul” (y lograr que luzca de revista)?
El árbol “tulle” es la prueba perfecta de que la Navidad también puede ser un desfile de moda y tú, la directora creativa.
La técnica parece compleja, pero es más sencilla de lo que se piensa. Aquí van algunas claves para conseguirlo:
Elige el tul adecuado
El tul tipo “soft” o el tul de ballet es ideal, pues es más flexible y voluminoso que el de encaje rígido. Entre más suave sea, más natural se verá el efecto vestido.
Crea piezas largas para dar volumen
Corta tiras de tul de entre 60 cm y 1 metro, dependiendo del tamaño de tu árbol. No deben ser perfectas: el encanto viene del efecto esponjado y espontáneo.

“Incrusta”, no envuelvas
En lugar de rodear el árbol, toma cada tira y métela directamente en los espacios vacíos entre ramas. Esto crea capas irregulares que dan un efecto pompom glam.
Añade esferas de gran tamaño
Lo ideal es combinar el tul con pocas piezas grandes. Las esferas XL en rosa metálico, blanco nacarado o plateado aportan contraste y elevan el look sin saturarlo.
Corona con un detalle sencillo
Puede ser un lazo gigante, un moño coquette o incluso una nube de tul. La idea es mantener la armonía del volumen sin competir con el resto del diseño.
Juega con la iluminación suave
Las luces cálidas (preferiblemente LED en tono blanco cálido) hacen que el tul luzca etéreo y difuminado, como si el árbol estuviera iluminado desde dentro.
Este año, el espíritu coquette no desaparece: simplemente evoluciona hacia una versión más artística, teatral y femenina.

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