El Ejército de Israel lanzó este jueves una nueva oleada de bombardeos contra el sur de Líbano, poco después de emitir “advertencias urgentes” a residentes de cuatro localidades ante ataques contra supuestas “infraestructuras militares” de Hezbolá, a pesar del alto el fuego pactado hace más de un año tras trece meses de combates posteriores a los ataques del 7 de octubre de 2023.
El portavoz en árabe de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Avichai Adrai, afirmó en un mensaje en X que el Ejército atacaría “inminentemente” instalaciones de Hezbolá en el sur del país para impedir que el grupo reconstruya sus capacidades. Según indicó, las FDI consideran que estas actividades violan las restricciones establecidas tras el acuerdo de alto el fuego de noviembre de 2024.
Adrai pidió a los residentes de zonas específicas de Yabaa y Mahruna que abandonaran áreas con “edificios marcados en rojo”, al advertir que permanecer allí los coloca en riesgo. Horas después amplió las advertencias a puntos de Barachit y Mjadel. Los ataques impactaron en los edificios señalados previamente por las FDI, sin informes iniciales de víctimas, según el diario libanés ‘L’Orient-Le Jour’.
A pesar del alto el fuego, Israel ha ejecutado decenas de bombardeos en territorio libanés desde finales de 2024, alegando operaciones contra Hezbolá y defendiendo que estas acciones no violan el pacto. Beirut, el propio grupo chií y Naciones Unidas han criticado estas operaciones y han reiterado que las partes deben respetar plenamente los compromisos asumidos.
El acuerdo establecía la retirada de efectivos de Israel y Hezbolá del sur del país. Sin embargo, las FDI mantienen cinco puestos en territorio libanés, una decisión que tanto las autoridades de Líbano como el grupo chií condenan y consideran incompatible con el alto el fuego.
