Desde que Bridgerton irrumpió en el panorama del streaming, algo cambió para siempre. La adaptación de Shondaland no solo reinventó el drama de época con un estilo moderno, sensual y deliciosamente escapista; también catapultó a Regé-Jean Page al estatus de galán global. Su interpretación del enigmático y magnético Simon Basset, duque de Hastings, se volvió parte del imaginario colectivo: el hombre que dominaba los silencios, las miradas intensas y los suspiros que ardían más que cualquier baile de la alta sociedad.
Ahora, tras conquistar pantallas con su mezcla de sofisticación y misterio, Page está listo para dejar atrás los salones de la Regencia y adentrarse en un territorio más oscuro, seductor y peligroso. Netflix ha confirmado que el actor protagonizará y producirá Hancock Park, una nueva serie de suspense erótico que ya se perfila como una de las apuestas más incendiarias de los próximos años.
Y si algo es claro, es que Page conoce bien el poder de una historia que mezcla tensión, deseo y secretos. Los thrillers que juegan en esa frontera se han convertido en uno de los grandes refugios del streaming. Nos atraen porque activan todos los sentidos: mantienen el pulso acelerado, la curiosidad despierta y la imaginación en alerta. Cuando una narrativa combina sensualidad con peligro, el resultado es adictivo y eso es justo lo que esta nueva producción promete.
Un extraño demasiado encantador y un vecindario perfecto a punto de desmoronarse
Hancock Park, titulada provisionalmente como el icónico barrio angelino que sirve de escenario, sigue la llegada de un forastero “peligrosamente carismático”, interpretado por Page, quien alquila la casa de huéspedes situada en el patio trasero de una familia de élite en Los Ángeles. Su presencia, en apariencia inocente, funciona como una chispa: basta con que se mueva entre ellos, que observe, que se acerque, para que la fachada impecable de la comunidad comience a resquebrajarse.
Lo que parecía un vecindario impecable pronto deja ver lo que realmente es: un terreno lleno de deseos ocultos, tensiones silenciosas, mentiras finamente construidas y obsesiones. Page da vida a ese tipo de figura que atrae e incomoda a la vez, un enigma andante capaz de colarse en la vida de cualquiera y desarmarla desde adentro.
La serie, escrita por Matthew Barry (Industry, Las escalofriantes aventuras de Sabrina), apuesta por ese tono donde el deseo convive con el peligro y cada gesto puede ser tanto una invitación como una amenaza. No es casual que Netflix haya emprendido una guerra de ofertas para quedarse con el proyecto: los thrillers eróticos viven un resurgimiento, pero casi ninguno ha contado con una figura como Page en el centro del caos.
Regé-Jean Page se reinventa
Más allá de protagonizar la serie, Page también será productor ejecutivo a través de su compañía A Mighty Stranger. Su participación creativa confirma que quiere expandir su rango y apostar por historias donde la sensualidad no es adorno, sino el motor de la tensión.
Tras proyectos como Roots, The Gray Man y Dungeons & Dragons, queda claro que Page busca reinventarse.
Aunque la producción está en etapas tempranas y el rodaje iniciará hasta 2026, el interés ya crece. Hancock Park aún no tiene fecha de estreno, pero todo apunta a que Regé-Jean Page está listo para dejar atrás al duque… y convertirse en una amenaza irresistible.
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