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La edad está en la mente dicen muchos. Sin embargo, hay alguien que se llevó eso muy a pecho. El luchador puertorriqueño, “Mr. Rayting”, Ray González, se ha aferrado a esta frase como su nuevo moto de vida. ¿Por qué? Porque a sus 51 años perdió 60 libras de peso, sacó abdominales, se puso en mejor forma en el cuadrilátero que cualquier otro luchador en Puerto Rico y está en su mejor momento.

¡A la verdad que maldita sea! Quien un día fuese el nene de las nenas sigue poniendo en aprietos a media comunidad masculina en el 100×35. Encima de eso, está en ruta a hacer historia, y aquí te lo revelamos todo. Resulta que Ray González obtuvo una oportunidad por el Campeonato Universal de la WWC. Aunque hay mucho drama envuelto en una serie de eventos llenos de tensión, el hijo de Don Yuyin, que en paz descanse, se amorrará las botas e irá este sábado al Coliseo Rubén Zayas de Trujillo Alto con la frente en alto a representar los valores que le enseñaron sus padres y el señor Carlos Colón.

Así comienza la hermosa historia de un hombre que ha forjado su leyenda en el cuadrilátero, desafiando los límites del tiempo y la adversidad. Ray González, el ícono puertorriqueño de la lucha libre, se encuentra en una misión trascendental, persiguiendo un logro que lo elevaría a la cima del Olimpo de la lucha libre puertorriqueña: convertirse en el primer luchador puertorriqueño en ganar un título mundial en cuatro décadas distintas. Encima tiene la oportunidad de hacerlo en donde todo comenzó para él, el Coliseo de Trujillo Alto.

Ray González ganó su primer Campeonato Universal en Trujillo Alto, casualmente, ante un extranjero, quien hoy día es integrante del Salón de la Fama de la WWE, Greg “The Hammer” Valentine. Cuando no había ni un solo talento que diera el pie adelante cuando Victor Jovica llegó a aquel camerino y pidió que alguien sacara cara a nombre de WWC, fue un joven Ray González quien se amarró las botas y se trepó al cuadrilátero con “The Hammer”. El sábado, 30 de marzo, tenemos una cita con la historia. De concretar una victoria sobre la ex súper estrella de la WWE, “The Masterpiece”, Chris Adonis, anteriormente conocido como Chris Masters, también extranjero, Ray González podría convertirse en el primer luchador puertorriqueño en ser Campeón Mundial en cuatro décadas diferentes.

Con un legado impresionante que lo avala como 21 veces Campeón Universal de la WWC (World Wrestling Council), Ray González no es solo un luchador; es una institución de esta industria. Su destreza en el cuadrilátero, su carisma, su presencia, su grandeza, pero sobre todas las cosas, y su ética de trabajo incansable, lo han catapultado a la elite de la lucha libre latina, donde su nombre resuena con reverencia y admiración. Este sábado, en el tan esperado evento “Camino a la Gloria” que se llevará a cabo en el Coliseo de Trujillo Alto, Ray González se enfrentará a un desafío monumental a Chris Masters, pero no estarán solos en ese cuadrilátero. Habrá dos árbitros especiales: Eddie “Alábalo” Colón, anteriormente conocido como Primo Colón en WWE, actual Director de Operaciones, y el ex Campeón Universal en un momento muy nublado de su carrera, Intelecto Cinco Estrellas.

En un duelo que promete sacar chispas y elevar la temperatura del coliseo, Ray González pondrá a prueba su temple, su habilidad, su determinación y su estabilidad mental en búsqueda de la victoria. Pero más allá de este enfrentamiento épico, es importante recordar y celebrar los logros inigualables de Ray González a lo largo de su trayectoria en la industria de la lucha libre profesional. Desde sus humildes comienzos bajo una máscara del Cóndor hasta su ascenso meteórico a la cima, Ray ha conquistado títulos, ha superado obstáculos, incluyendo el retiro, y ha dejado una huella imborrable en cada arena donde ha combatido. Por estos motivos es que es considerado como “El Más Grande de todos los tiempos” en Puerto Rico.

Sus seguidores lo veneran como un héroe, un referente y un símbolo de perseverancia. Cada movimiento en el cuadrilátero, cada victoria dramática y cada gesto de camaradería con sus compañeros de camerino lo han consolidado como una leyenda viviente, un “dios de la lucha libre” entre mortales y un verdadero maestro del arte de la lucha.

Y ahora, mientras se prepara para escribir un nuevo capítulo en su legado, Ray González no solo lucha por el título que lo consagraría como el mejor de su tiempo, sino que también lucha por la oportunidad de inspirar a generaciones futuras de luchadores y fanáticos, demostrando que con sacrificio, dedicación y corazón, que todo es posible. Esto fue lo que expresó Ray González sobre dicho súper encuentro:

“Yo no soy persona de creer en destino. Creo que el destino lo hace uno mismo; pero hace exactamente 30 años atrás, yo subí al cuadrilátero que estaba en la cancha de Trujillo Alto y me gané una oportunidad cuando en aquel momento, nadie pensaba que podía hacerlo”. “Voy a subir al ring que va a estar exactamente en el mismo medio que estuvo hace exactamente 30 años atrás a buscar una oportunidad, y esa oportunidad, es coronarme Campeón Universal”.

“A veces uno hasta cree que no existen segundas oportunidad. En este caso mío, que no existe ese segundo aire. Créanme mi gente, si existe. Existe porque lo he puesto a prueba y hoy por hoy me encuentro en la mejor condición física de mi vida. Si les confieso que ya noto en el camerino miradas no muy a gusto. Como si fuera un pecado buscar metas y soñar cuando uno tiene 51 años. Pues esa gente que me está mirando por encima del hombro, esos que tienen esa inseguridad, lamentablemente tengo que decirles que estoy aquí para compartir con cualquiera. Voy a mi, y pago doble”.

En un deporte donde la gloria es efímera y las derrotas duelen más que mil heridas, Ray González ha demostrado una y otra vez su valentía, su consistencia, fortaleza mental y su ferviente deseo de alcanzar la grandeza una vez más. Cada golpe recibido, cada caída sufrida, ha fortalecido su espíritu y ha avivado esa llama que arde en lo más profundo de su ser.

Así, en la antesala de un enfrentamiento que podría cambiar el curso de la historia de la lucha libre, Ray González se prepara para darlo todo, para dejarlo todo en el cuadrilátero, para brindar a sus seguidores un espectáculo inolvidable y para demostrar una vez más por qué es y seguirá siendo el más grande de todos los tiempos. En un mundo donde los héroes son escasos y la grandeza es efímera, Ray González se erige como un faro de esperanza, como un ejemplo de perseverancia, como un símbolo de lo que un hombre puede lograr cuando se entrega por completo a su pasión y una inspiración para todas aquellas personas que alguna vez también estuvieron derrotadas de rodillas y están buscando ese segundo aire.

Que el mundo se prepare, que los titanes tiemblen, que la historia aguarde expectante, porque Mr. Rayting, Ray González, maldita sea, ha llegado para hacer historia, para desafiar los límites del tiempo y para convertirse en el primer luchador puertorriqueño en conquistar un título mundial en cuatro décadas diferentes.

Este sábado, 30 de marzo, en el Coliseo de Trujillo Alto, se librará una batalla épica, una contienda que quedará grabada en la memoria de todos los que tengan el privilegio de presenciarla. Y cuando el polvo se asiente y el eco de los aplausos se desvanezca, Ray González, con la frente en alto, el corazón lleno de gratitud y dispuesto a dejar su vida en ese cuadrilátero de ser necesario, dará un paso más hacia la leyenda, hacia la inmortalidad y hacia la gloria eterna.

Porque no se trata solo de ganar un título más, sino de dejar un legado, de inspirar a otros a seguir sus sueños, de demostrar que la pasión y la perseverancia son las armas más poderosas de un luchador verdadero. Y en ese sentido, Ray González no es solo un luchador; es un símbolo de todo lo que la lucha libre representa: valor, honor, respeto y, sobre todo, coraje, por no usar la otra expresión que usamos todos los puertorriqueños promedios que vivimos en esta hermosa isla.

En la encrucijada del destino, en el fragor de la batalla, en la cima del éxito, Ray González se alza como un grande entre grandes, como un gigante entre mortales, como un héroe en un mundo que tanto necesita de su luz, de su ejemplo, de su legado. Que su nombre resuene por siempre en los corredores del tiempo, que su espíritu perdure en las mentes, que los corazones de aquellos que lo han visto combatir, que su legado inspire a las generaciones venideras a perseguir sus sueños con la misma pasión desenfrenada que él ha demostrado a lo largo de su carrera y que Puerto Rico recuerde la hazaña de la única súper estrella que se quedó en la isla para darle vida a la lucha libre puertorriqueña cuando más lo necesitamos.

Porque al final del día, lo que realmente importa no es la cantidad de títulos ganados ni de victorias acumuladas, sino el impacto que se deja en el mundo, la huella imborrable que se imprime en la historia, la inspiración que se brinda a aquellos que anhelan seguir los pasos de un verdadero gigante, de un verdadero campeón, de un verdadero héroe. Que su nombre sea sinónimo de grandeza, que su legado perdure por siempre, que su espíritu indomable inspire a otros a alcanzar las estrellas y a nunca rendirse ante las dificultades. Porque en el cuadrilátero de la vida, como en el cuadrilátero de la lucha, solo los verdaderos héroes se levantan y siguen luchando, sin importar cuántas veces caigan. Que el mundo contemple maravillado, que los dioses de la lucha le sonrían desde lo alto, que su espíritu inquebrantable inspire a todos los que sueñan con alcanzar la grandeza, porque Ray González está destinado a brillar con una luz que nunca se extinguirá.

Que su nombre resuene por siempre en los libros del tiempo y en los corazones de quienes han tenido el privilegio de conocer su grandeza. Somos dichosos, pues por primera vez en mucho tiempo, podremos ser testigos de la historia en tiempo real. Ray González, a nombre de Puerto Rico, por favor, dale en la cara a Chris Adonis, y trae el universal de vuelta a casa. Y así, comienza esta hermosa historia…

WWC presenta Camino a la Gloria, el sábado, 30 de marzo, en el Coliseo de Rubén Zayas de Trujillo Alto a las 8:00pm. Lucha ordenada por el CEO de la WWC, Victor Jovica. Por el Campeonato Universal de la WWC, y con Eddie Colón e Intelecto Cinco Estrellas como árbitro especial: The Masterpiece, Chris Adonis, anteriormente conocido como Chris Masters, defiende ante el 21 veces Campeón Universal, El Más Grande de todos los Tiempos, Mr. Rayting, Ray González.

Adquiere tus boletos desde ya en Rayting Mini Market en el Mameyal, Dorado, y te llevas de paso tu foto con Ray González. Boletos a la venta también el día del evento en la boletería del coliseo desde las 2:00pm. En acción: Chris Masters, Ryan Nemeth (AEW), Natalia Markova (NWA), Bryan Idol (NWA) y mucho más. Pendientes a la programación de Las Súper Estrellas de la Lucha Libre en WAPA y WAPA América, todos los sábados y domingos a la 1:00pm.



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