Sunday, March 23, 2025
No menu items!
HomeUncategorizedEl Junte no es la excepción

El Junte no es la excepción

En 2022, explotó la guerra en Ucrania, cuando el país soberano fue atacado e invadido por Rusia. Puerto Rico no tiene mucho que ver con ninguno de los dos, aunque ciertamente lo que allí ocurría tendría algún impacto a nivel mundial, por lo que no estábamos, ni estamos, exentos de las repercusiones.

A pesar de lo lejano, en Puerto Rico estuvimos cerca de un mes abordando el tema con intensidad. Igual, teníamos nuestras controversias locales que atender, pero el protagonista del momento era Ucrania, Rusia, Estados Unidos, y demás. No recuerdo algún líder u organismo político reclamando o sugiriendo que se dejara de cubrir como se cubría el conflicto ruso-ucraniano porque la discusión debía ser nuestros asuntos internos.

Hace semana y media, se produjeron las cuestionadas elecciones en Venezuela y el esfuerzo del presidente Nicolás Maduro por perpetrarse en el poder sin que el Consejo Nacional Electoral (CNE), organismo que responde a él, presente evidencia de que triunfó de manera democrática y limpia. Imagine usted, si en esta ocasión los venezolanos y el mundo tienen que aceptar y reconocer que Maduro ganó sin evidencia, solo porque él y su CNE lo dicen, ¿quién usted cree que ganará las elecciones del 2030, del 2036 y por ahí pa’ bajo?

¿Por qué los sucesos de Venezuela son importantes en la isla y, como otros internacionales, le ponemos énfasis, igual que el de Ucrania? Primero, porque es un país hermano y estamos en el mismo vecindario caribeño. Segundo, porque Puerto Rico y Venezuela tienen una conexión histórica en muchos aspectos, y tercero, por la cantidad de venezolanos que conviven con nosotros.

Ahora bien, ¿por qué, a nivel político, hay interés e importancia en la isla sobre los sistemas de gobierno dictatoriales y totalitarios de Venezuela, Cuba y Nicaragua? Por años, el debate del estatus ha sido parte de nuestro plato fuerte en la discusión pública por la situación colonial. Históricamente, los puertorriqueños han rechazado la independencia de manera apabullante en todos los plebiscitos y el movimiento independentista local se ha coaligado con líderes de esos países con regímenes totalitarios.

En esta elección, el licenciado Juan Dalmau, candidato del bipartidismo independentista entre el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) se perfila con gran potencial para, mínimamente, quedar en segundo lugar el 5 de noviembre. Aunque creo que numéricamente está algo apartado de la posibilidad de lograr ganar la gobernación, hay quien entiende que, sí, puede convertirse en el próximo gobernador de la isla, gracias a la debilidad electoral que proyecta el Partido Popular Democrático (PPD) y por la división en el Partido Nuevo Progresista (PNP) tras la primaria.

Con ese panorama de una posible fuga de electores del PPD y el PNP, si el licenciado Juan Dalmau tiene una oportunidad real de ganar la gobernación, sus posturas sobre Nicolás Maduro y los regímenes totalitarios de Venezuela, Cuba y Nicaragua se vuelven relevantes.

¿Por qué? Porque él aspira a ser gobernador y, como mencioné, estos tres países han sido los aliados del PIP y otros en la lucha por la independencia. Los electores tienen derecho a conocer las posturas, el carácter, sin rodeos, de todos los candidatos en todos los temas posibles.

Hay videos y fotos del liderato del PIP con Maduro y Daniel Ortega (dictador de Nicaragua), así como expresiones de solidaridad pipiola con el presidente venezolano, ya habiéndose mostrado, desde la presidencia de Hugo Chávez, sus estilos totalitarios y de aplastar a la oposición y las manifestaciones en su contra con sus “míster con macana”.

Dalmau no aspira a la Legislatura; aspira a ser gobernador, y, por eso, es natural que se le requiera mayor claridad en sus posturas sobre estos incidentes. Su aspiración y sus posibles números electorales ponen la lupa sobre sus posiciones, es totalmente natural. Después de todo, como gobernador, sería el comandante en jefe de la Policía de Puerto Rico y la Guardia Nacional. Yo creo que la ciudadanía en general, y me incluyo, no visualiza a Juan Dalmau actuando con las fuerzas castrenses locales como actúa Maduro en Venezuela, Ortega en Nicaragua y Díaz-Canel en Cuba, pero es pertinente, para no dejar duda, una expresión de condena a esos abusos de su parte y del PIP como partido, si es que los condenan.

No obstante, la postura del PIP ha sido que no hay elementos para determinar que Venezuela vive una dictadura porque hay elecciones, aún con Maduro macaneando, cerrando medios que le fiscalizan, y encarcelando opositores por manifestarse.

¿Cómo define la Real Academia Española el término “dictadura”? “Régimen político que, por la fuerza o violencia, concentra todo el poder en una persona o en un grupo u organización y reprime los derechos humanos y las libertades individuales. Régimen autoritario en cualquier ámbito”. Yo no tengo que abundar más, mire usted lo que ocurre en el hermano país y llegue a sus propias conclusiones.

Es natural que haya sectores que se preocupen porque no hay una expresión condenando los abusos, y no se puede culpar a esos sectores por la preocupación, ya que el PIP se rehúsa a condenar los abusos, la violación de derechos humanos y los asesinatos del gobierno venezolano, con nombre y apellido. Cuando hicieron alguna expresión de Nircaragua (en agosto de 2023), Daniel Ortega llevaba años con la bota sobre el pueblo, y el PIP guardaba silencio. Hoy, con Venezuela, tienen la oportunidad de ser enérgicos condenando los abusos y llamando las cosas por su nombre, para demostrarle a los puertorriqueños que hay valor y compromiso verdadero de denunciar las injusticias de manera contundente, vengan de quien vengan.

La oposición existente al actual gobierno de Nicaragua no puede servir de justificación para la cada vez mayor represión de las libertades públicas que crecientemente viene protagonizando el actual gobierno a partir de los sangrientos episodios de protestas gubernamentales en 2018″, expresó Fernando Martín en el caso de Nicaragua, cuando ya no quedaba más remedio porque no se podía ocultar más la sangre en las manos y el uniforme de Ortega. ¿Cuántos venezolanos tendrán que morir para una expresión similar del PIP sobre Maduro?

Estoy consciente de que estas expresiones, este escrito, y los cuestionamientos de otros periodistas al bipartidismo del PIP/MVC incomodan e irritan. Sin embargo, nosotros, los medios y los periodistas, debemos ser igual de enérgicos con todos los aspirantes a la gobernación y todos los partidos. Llevamos décadas fiscalizando y cuestionando al PNP y al PPD; entonces, en momentos como este, cuando por las circunstancias de lo que ocurre toca el turno de cuestionarles al incipiente bipartidismo, intentan llevarnos con quejas sutiles públicas a que nos olvidemos un poco de esto y nos enfoquemos, como medios, en los que son las tarjetas de ellos: los dos partidos principales. ¿Y por qué? ¿Qué tienen el PIP y MVC que no se les puede tratar igual?

Mi trabajo es mi trabajo, y lo he hecho con todos, incluyendo con Alejandro García Padilla, que era mi amigo antes de ser gobernador y hoy sigo tendiendo el privilegio de serlo. Ha habido altos líderes políticos del PNP que han rehusado, y que aún hoy rehúsan darme entrevistas por mis preguntas, estilo o escritos. También, los hay en el PPD, en el PIP y en MVC. Y no se limita a mí, les pasa a otros periodistas, pero es parte del trabajo. Eso realmente no me quita el sueño y tampoco va a hacer que cambie. Mi compromiso es tratarlos a todos por igual, reconocer cuando las cosas se hacen bien y, cuando hay que fiscalizar, hacerlo con todos.

Más columnas por Alex Delgado:



Source link

RELATED ARTICLES

Most Popular

Recent Comments