En el primer día del nuevo año escolar, la presidenta de la Unión Asociación de Empleados de Comedores Escolares, Nelly Ayala, señaló los retos significativos que enfrentan los comedores escolares en Puerto Rico. Ayala detalló los problemas logísticos que afectan la preparación de alimentos para los estudiantes, especialmente en escuelas que carecen de servicios básicos como electricidad y agua potable.
“Hay escuelas que simplemente no pueden comenzar el año escolar debido a la falta de electricidad y agua,” comentó Ayala. “Sin estos servicios esenciales, no es posible confeccionar alimentos ni utilizar los baños, lo que ha obligado al Departamento de Educación a posponer el inicio de clases en algunas instituciones”, añadió.
La secretaria del Departamento de Educación (DE), Yanira Raíces Vega, informó el domingo por la noche que, debido a la falta de agua y electricidad en varias escuelas públicas de la isla, se han tenido que hacer ajustes en el inicio de clases previsto para el lunes.
Según se explicó en un comunicado de prensa, tras reuniones con representantes de LUMA y la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), la agencia activó su plan de acción para trabajar con la falta de estos servicios en las escuelas. El plan, que será ejecutado por los superintendentes de cada región educativa, incluye desde la implementación de un horario especial hasta la posibilidad de posponer el comienzo de clases para el martes 20 de agosto.
Además de estos problemas, Ayala señaló que varios comedores escolares están operando con equipos dañados debido a la inestabilidad del suministro eléctrico. “Hemos recibido informes de neveras, sartenes institucionales y otros equipos que no funcionan correctamente, lo que dificulta aún más la labor de los empleados de comedores,” agregó.
En una entrevista con Metro Puerto Rico, la titular de Educación aseguró que habían realizado una compra de equipos para los comedores escolares. La inversión del equipo de cocina fue de $10 millones. Sin embargo, algunos de estos equipos nuevos se han dañado debido a la inestabilidad del servicio eléctrico del país.
La situación es particularmente grave en la escuela Juan Cuevas Aboy de Ponce, donde la falta de personal ha puesto en riesgo la capacidad de preparar las 435 raciones diarias de desayuno y almuerzo necesarias para los estudiantes.
“La directora de la escuela se ha negado a implementar un servicio satélite debido a la alta demanda, pero actualmente no hay suficientes empleados para manejar la carga de trabajo,” explicó Ayala.
Los comedores satélite, que son aquellos donde los alimentos se preparan en una escuela y luego se transportan a otra en reparación, también enfrentan desafíos. Ayala explicó que, en algunos casos, los comedores satélites han funcionado bien, pero hay situaciones donde la logística se complica, especialmente cuando la escuela que recibe los alimentos está en construcción o tiene problemas con el suministro eléctrico.
“Se ha ajustado el horario de los empleados de comedores en las escuelas más afectadas para que puedan servir el almuerzo antes del mediodía y permitir que los estudiantes se lleven la comida a casa.”