El comienzo del escrutinio general de las elecciones en Puerto Rico, fue descrito por la comisionada electoral del Partido Popular Democrático (PPD), Karla Angleró, como “un tanto lento” debido a la organización inicial y distribución de las mesas de conteo. Con 120 representantes por partido en 60 mesas, el proceso involucra áreas de conteo manual, verificación estadística y revisión rápida de resultados.
El escrutinio comenzó con el precinto 1 de San Juan, donde cada mesa revisa tres maletines diarios. Para Angleró, las medidas de seguridad son esenciales para evitar problemas como los de 2020, cuando el voto adelantado causó incertidumbre. Según detalló, las papeletas no contabilizadas el día de la elección están almacenadas en bóvedas con controles que evitan confusiones entre el voto regular y el de JAVAA (Junta Administrativa de Voto Ausente y Adelantado).
“La ciudadanía necesita confianza en que el proceso se realiza con rigurosidad para evitar los problemas que vimos hace cuatro años”, subrayó Angleró.
El PPD considera el escrutinio determinante para definir contiendas en alcaldías y escaños legislativos.
Angleró explicó que todavía faltan por contar unas 20,000 papeletas de voto a domicilio y alrededor de 112,000 votos por correo. En cada mesa, el conteo incluye la revisión manual de papeletas para asegurar la adjudicación correcta de los votos, tanto para candidatos regulares como para aquellos por nominación directa, quienes también tienen derecho a enviar observadores al proceso. Aunque el espacio es limitado, cada candidato puede tener entre dos y tres observadores por mesa para supervisar la transparencia de la adjudicación.
Por otro lado, el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) enfrenta retos logísticos debido a su dependencia en el voluntariado. Su comisionada electoral, Lillian Aponte Dones, destacó que cerca de 120,000 votos por correo y 40,000 sobres adicionales requieren validación. Aponte subrayó que el MVC no cuenta con empleados públicos destacados, como los partidos mayoritarios, y depende del compromiso de unos 800 voluntarios capacitados para asegurar la transparencia.
“Dependemos del compromiso ciudadano porque no contamos con los mismos recursos que el PPD y el PNP”, afirmó Aponte, y añadió que la organización y transparencia serán esenciales en este proceso, en el que buscan evitar los cuestionamientos que empañaron las elecciones anteriores.
Aponte Dones señaló que la implementación de listas digitales y otros sistemas nuevos añade un reto de adaptación para los funcionarios de mesa, especialmente en la fase inicial del proceso. Estas herramientas buscan agilizar el conteo y reducir errores, aunque la comisionada reconoció que todavía hay desafíos en la seguridad y manejo de los maletines con papeletas.
En cuanto a los tiempos, algunos comisionados estiman que el escrutinio podría extenderse hasta finales de diciembre. Sin embargo, Angleró aseguró que los comisionados se han comprometido a finalizar antes de fin de año y, si es necesario, ajustar los procedimientos para cumplir con los plazos de certificación de resultados.
Desde el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), su comisionado electoral, Roberto Iván Aponte, destacó la complejidad logística del proceso, en el cual participan cientos de voluntarios. Aponte anticipó que los primeros días serán los más difíciles, debido a la organización inicial y a la entrada de voluntarios en las instalaciones de Operaciones Electorales.
Además, la falta de estacionamiento y la necesidad de trasladar personal entre edificios han complicado el proceso, una situación que la Comisión ha resuelto mediante el uso de transporte entre diferentes áreas.
Aponte detalló que las máquinas de conteo de sobres y urnas ya están operativas en el primer piso del centro de escrutinio, una medida que busca reducir el riesgo de errores. La transparencia es fundamental en este proceso, especialmente tras controversias anteriores con el voto adelantado. Aponte recordó un incidente de 2020, cuando sobres de voto adelantado fueron entregados en lugares inusuales, lo que generó dudas sobre la seguridad del proceso.
“Es preocupante que aún no se hayan investigado casos como el de sobres de voto adelantado que llegaron a una oficina cerca de la Comisión Estatal de Elecciones en vez de ser enviados desde sus lugares de origen”, advirtió.
El comisionado también abordó la complejidad de adjudicar los votos por nominación directa en contiendas de acumulación, explicando que, como ocurrió en el caso de Guánica en las elecciones anteriores, cada nombre debe ser verificado para garantizar que los votos se adjudican correctamente. Este proceso, según Aponte, requiere especial atención para evitar errores que pudieran alterar el resultado final de las elecciones.
Aunque el proceso de escrutinio general se prevé finalizar en diciembre, Aponte admitió que podría extenderse si surgen complicaciones. “El objetivo es terminar a mediados de diciembre, pero, de ser necesario, podríamos extendernos hasta fin de año”, indicó.
Los resultados finales definirán si se activa la Ley de Minorías, lo cual podría ampliar la representación de los partidos minoritarios en la Legislatura. Tanto el MVC como el PIP consideran este aspecto esencial, dado que la activación de la Ley permitiría a estos partidos una mayor presencia en la toma de decisiones legislativas.