La cantante cubanoamericana Gloria Estefan regresó al estudio para lanzar Raíces, su primer álbum en español en 18 años, un proyecto que calificó como profundamente personal y que combina amor, nostalgia, humor y una fusión rica de sonidos latinos. El disco también refleja su arraigado vínculo con Cuba y su deseo latente de poder cantar algún día en una isla libre.
Estefan explicó que Raíces surgió en un momento en que ella misma no planeaba grabar, ya que trabajaba en la composición de un musical junto a su hija Emily. Fue entonces cuando Emilio Estefan, su esposo y colaborador por décadas, se encargó de escribir la mayor parte del álbum.
“Él me dijo: ‘Si confías en mí, tú me dejas escribirte el disco’. Le dije: ‘Absolutamente, confío completamente’”, relató. La artista aseguró que, una vez escuchó las primeras ocho canciones, supo que era momento de grabar.
El resultado fue un álbum que recorre diferentes géneros y emociones. Aunque predominan la salsa y los ritmos tropicales, también se incluyen guiños al vallenato colombiano y a estructuras musicales más tradicionales de la música afrocubana. Estefan consideró que este proyecto “cierra el círculo” en una carrera de más de medio siglo, y le permitió regresar “al idioma de mi corazón”.
Uno de los temas más íntimos del disco es Mi niño bello, una canción escrita para su nieto Sasha. Según narró, la compuso durante una visita a la casa de playa, tras sentir una intensa añoranza cuando el niño tuvo que regresar a la escuela. En ese momento tomó la guitarra y comenzó a escribir.
“Lo llamé para que él fuera el primero que lo escuchara”, dijo. Años más tarde, cuando se consolidó el proyecto de Raíces, decidió grabarla e incluirla en el repertorio. Eligió presentarla con un ritmo basado en Drume Negrita, una antigua canción de cuna afrocubana. “Él lloró cuando se la canté, lloró mi hijo y su mi nuera también”, reveló la artista.
Durante la grabación del álbum, Estefan admitió haber vivido momentos de gran emoción, especialmente al interpretar esa canción. “Tuve que regresar al día siguiente porque no podía”, afirmó. En su opinión, grabar música latina en esta etapa de su vida fue un proceso de disfrute total. Dijo que aprendió a relajarse, apreciar los detalles y vivir plenamente la experiencia del estudio.
Además de los temas amorosos y familiares, el disco también incluye piezas con un tono más ligero. La vecina, por ejemplo, fue inspirada por una tía de Emilio Estefan que, a sus noventa y tantos años, sigue contando diariamente todo lo que ocurre en su edificio. A pesar del tono humorístico, la grabación del video musical se realizó en un lugar cargado de significado ya que fue el primer hogar donde Gloria vivió con su madre al llegar a Estados Unidos. Se trataba de un complejo de apartamentos donde convivieron varias mujeres cubanas recién llegadas, y donde su madre convenció al dueño para que las aceptara a todas. “Siempre hay mensajes más profundos, aunque el tema es bien gracioso”, reflexionó.
En el álbum también figura Cuando el tiempo nos castiga, una canción melancólica que remite al deseo de volver a ver a su padre y de regresar a Cuba. Estefan reiteró que aún mantiene viva la esperanza de cantar algún día en una Cuba libre.
“Todos los cubanos tenemos ese sueño”, dijo, y recordó que tampoco Celia Cruz pudo cumplir ese anhelo. Añadió que en momentos cotidianos, como al tomar una ducha caliente, se acuerda del pueblo cubano que muchas veces carece de agua o electricidad. Afirmó que los cubanos del exilio viven con esa esperanza latente, conscientes del sufrimiento que atraviesa la isla.
La artista también recordó su conexión con Puerto Rico, especialmente durante el paso del huracán María en 2017. Dijo que ver el sufrimiento humano la conmovió profundamente, y que al conocer de primera mano lo que implica enfrentar desastres naturales, sintió la necesidad de estar presente. “Lo único que podemos hacer en esta vida es estar ahí el uno para el otro”, expresó, señalando que siempre que pueda aportar, lo hará con gusto.