El secretario del Departamento de Corrección y Rehabilitación, Francisco Quiñones, advirtió que el uso de fentanilo sigue representando un grave riesgo en el sistema correccional, aunque reconoció una leve variación en las estadísticas de mortalidad para el presente año.
“En 2024, la principal causa de muerte en las instituciones era por abuso de sustancias controladas y la segunda era por causas naturales. Este año, las causas naturales ocupan el primer lugar y el abuso de sustancias pasa a un segundo plano”, señaló.
A nivel global, Quiñones reconoció que el fentanilo ha desplazado a la heroína. “Ya casi no se habla de heroína. El fentanilo es mucho más poderoso, más económico y más difícil de detectar. Una cantidad equivalente a la punta de un lápiz puede ser mortal para un ser humano”, expresó.
Indicó que en las cárceles del país, la mayoría de las muertes por intoxicación relacionadas con sustancias controladas se deben al uso de fentanilo. Sin embargo, confirmó que hasta el momento no se han detectado casos de carfentanilo, una sustancia aún más potente.
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“No lo hemos detectado en las instituciones, pero sabemos que es cuestión de tiempo. Nos estamos preparando”, afirmó.
El carfentanilo se utiliza como tranquilizante para animales grandes y representa un riesgo adicional para el personal correccional.
“Puede impactar a nuestros oficiales en intervenciones donde haya contaminación. Por suerte, no hemos tenido casos, pero sí es una preocupación”, añadió.
Quiñones dijo que implementaron medidas estrictas para prevenir la entrada de sustancias como el fentanilo y el carfentanilo. Señaló que están apretando el paso en la detección de todo tipo de contrabando, con énfasis particular en esas dos sustancias.
Añadió que el personal está recibiendo adiestramientos para poder identificarlas con el equipo de protección necesario. Mencionó también que estas medidas incluyen el uso de guantes, mascarillas y revisiones más rigurosas en los puntos de acceso a las instituciones.
Reconoció que tal vez algunas personas notan que la entrada se hace más lenta, pero sostuvo que no pueden permitir que, por la prisa, se les pase una sustancia que pueda matar.
El secretario también mencionó el uso de unidades especializadas y registros intensivos como parte del esfuerzo.
“Cuando recibimos inteligencia o información criminal, actuamos de inmediato. Se están ocupando sustancias en las instituciones”, aseguró.
Quiñones concluyó que se mantiene en coordinación con el secretario de Salud para diseñar estrategias de detección y respuesta.
“Estamos atentos, porque no queremos muertes ni en la libre comunidad ni en las instituciones. En el caso del carfentanilo, ni se diga”, puntualizó.