A menos de dos semanas del comienzo del semestre, escuelas públicas en múltiples municipios reportan desde retrasos en obras y falta de personal hasta problemas eléctricos y de agua. No obstante, también hay mejoras considerables en ciertos planteles.
La presidenta de la Federación de Maestros de Puerto Rico (FMPR), Mercedes Martínez, confirmó que llevará varios de estos casos directamente ante el secretario de Educación, Eliezer Ramos Parés.
Uno de los casos más críticos es el de la escuela elemental José Robles Otero, en Toa Baja, donde aunque se instalaron aires acondicionados en todos los salones, cuatro aún no pueden encenderse por falta de capacidad energética, situación que se arrastra desde hace más de un año. “Tienes los aires instalados, pero no los puedes prender. Hay que resolver”, reclamó Martínez.
El plantel cuenta con 13 salones climatizados —incluyendo grados de kínder a quinto, biblioteca, arte, educación especial y taller—, pero algunos como inglés, educación física y cuarto grado siguen sin aire.
Martínez también criticó al Departamento de Educación por justificar falta de fondos, pese a que entre 2014 y 2018 se cerraron 567 escuelas —una reducción del 44 % en matrícula, docentes y personal no docente— sin que eso implicara un recorte presupuestario.
En el mismo municipio, la Escuela Pedro Albizu Campos permanece cerrada desde hace un año. Su comunidad fue reubicada como parte del proyecto Innova, pero el plantel original no ha sido demolido ni reconstruido. “Abrieron una charter a menos de una milla para que los estudiantes se vayan allí”, denunció la líder magisterial.
Una situación similar ocurre en Toa Alta, donde la escuela intermedia José Pablo Morales fue trasladada a la escuela Nicolás Sevilla, sin que haya comenzado la reconstrucción tras un año.
En Trujillo Alto, la escuela superior Petra Zenón de Fabery continúa con edificios sin electricidad, aunque ya se instalaron las columnas cortas. En San Juan, la escuela elemental Antonio S. Pedreira enfrenta filtraciones severas en su techo.
Mejor panorama en Bayamón
En contraste, hay escuelas de Bayamón que muestran avances palpables. Metro Puerto Rico visitó planteles para verificar su preparación.
La escuela elemental Cristóbal Colón, administrada por la Oficina para el Mejoramiento de las Escuelas Públicas (OMEP), alberga a 234 estudiantes, incluyendo salones de autismo, ruta dos y un preescolar de educación especial. La directora Eileen Ríos indicó que todos los maestros están asignados, los salones tienen aire acondicionado y hay oasis de agua disponibles. Además, habrá flexibilidad con el uniforme ante las altas temperaturas.
El plantel fue pintado, los baños están en funcionamiento y se han reforzado las estructuras con 14 muros como parte de la obra de columnas cortas. Sin embargo, persisten montones de tierra sin remover por trabajos en curso.
En la escuela superior Miguel Meléndez Muñoz, también en Bayamón, ya se completaron las columnas cortas, se corrigieron filtraciones en el comedor y todos los salones tienen aire acondicionado. Su directora, Ibelle Ayala Rosado, resaltó que se ofrecen terapias a estudiantes de educación especial, quienes representan casi un tercio de la matrícula, y que el municipio ha colaborado con labores de mantenimiento. No obstante, siguen las fluctuaciones de voltaje y aún faltan por instalar los ponchadores digitales.
En la escuela Juan Morel Campos, todavía están en proceso los trabajos de columnas cortas. Hay 310 estudiantes entre kínder y quinto grado, incluyendo cuatro salones de educación especial. El plantel tiene generador desde mayo, cinco fuentes de agua y todos los salones con aire acondicionado, aunque el problema de voltaje continúa. La directora Yamila Arroyo indicó que faltan por asignar cuatro maestros: inglés, bilingüe, recursos y un maestro general de K-5.
En todos los planteles visitados, se reiteró la preocupación por las deficiencias eléctricas, ya que el sistema no soporta todos los aires acondicionados funcionando a la vez, por lo que se depende de generadores.