Para Héctor Ortiz Maldonado el whisky ya no intimida: se entiende y, por lo tanto, se disfruta.
Después de 19 años “del otro lado de la barra”, el embajador del portafolio de espíritus destilados de Diageo en Puerto Rico resume así la evolución de los entusiastas del whisky en el archipiélago.
“Mi meta es dejar un legado en la industria que tanto amo y educar sobre lo que representa un excelente servicio, los detalles detrás de cada marca y, sobre todo, recalcar la importancia del consumo responsable”, destacó en entrevista exclusiva con Sabrosia.PR.
Su historia dentro del mundo de la hospitalidad comenzó desde abajo, como busboy (también llamado runner o ayudante de mesero) en un restaurante de Hato Rey. “Luego fui barback —asistente directo del bartender—, gerente de barra, gerente de restaurante y supervisor de barras de hotel”, recordó.
Ese ascenso, afirma, no se entiende sin disciplina y curiosidad. “Un chef me dijo: ‘Métete al cooler y prueba todo; para ser buen bartender tienes que conocer los perfiles de sabor: dulces, amargos, cítricos, picantes, salados’. Esa escuela me cambió la vida”.A fuerza de práctica, llegó la confirmación de que iba por buen camino.
“Competí por primera vez y me nombraron Rookie of the Year. Ahí dije: esto es para mí. Luego gané una competencia de cervezas artesanales y me fui a Canadá”, recordó.
Aquella experiencia lo acercó al lado comercial y lo preparó para su rol actual, donde educa, conecta y traduce un portafolio global para un público local cada vez más exigente.
Como embajador, Héctor ha guiado catas memorables. “La más grande que he dirigido fue de 60 personas. Lograr que todos estén atentos y disfrutando, que conecten con la historia detrás del vaso… eso no tiene precio”, contó entusiasmado.
Para él, el paladar puertorriqueño vive un momento especial. “Per cápita somos de los mercados más fuertes en consumo de whisky escocés. Lo vi clarísimo con Johnnie Walker Black Ruby; la recepción ha sido tan buena que los inventarios se agotan y hay que pedir más. Aquí hay ganas de aprender y de apreciar”, señaló.
Si de recomendaciones se trata, Ortiz es claro. “Si me preguntan si el whisky se daña al mezclarlo, digo que no: lo compraste tú y puedes disfrutarlo como quieras. En una cata educativa recomiendo una gota de agua, porque abre aromas y deja registrar más notas, pero sin ahogarlo. Todo es proporción”.
También invita a vivir la experiencia sensorial completa. “Ver el color, oler con calma, probar sin prisa. Vista, nariz y paladar: ahí está el viaje”, dijo.Desde esa sensibilidad propone un mapa de sabores que orienta sin encasillar: si buscas vainilla y caramelo, mira hacia los bourbons; si te atrae lo floral y frutal, explora los blended scotch; y si te entusiasma la precisión, los single malts hablan con notas de almendra, miel y toques herbáceos.
Ortiz compartirá su conocimiento en la experiencia “Vive una Noche Walker”, que se celebrará el jueves, 23 de octubre, a las 6:00 p.m. en Area Code Bar & Grill, Juana Díaz.
“No es una cata cualquiera; es un viaje por etiquetas icónicas con una mirada a lo nuevo”, adelantó sobre la velada, que reunirá Black Ruby, Double Black, Gold Label, 18 Years y Blue Label.
Y cuando se le pregunta cómo prepararse, baja la guardia y sonríe: “No es cuestión de prepararse; es ir con la mente abierta a probar expresiones nuevas y clásicas, disfrutar y pasarla bien. Yo me encargo del resto”.
Para él, la magia de estas citas trasciende el líquido. “Compartimos entre colegas, amigos y familia; conoces gente, aprendes y te llevas momentos bonitos. Son experiencias inolvidables”, expresó.
Ortiz vuelve al origen —al joven curioso frente a una nevera llena de sabores— para explicar por qué su relato inspira.
“El servicio es un arte y una responsabilidad. Detrás de cada copa hay técnica, historia y respeto por quien la recibe”.
Por eso su voz resuena en salones repletos y deja una enseñanza duradera, el whisky se disfruta mejor cuando se entiende.
Guía rápida para disfrutar
- Si te gusta lo dulce: bourbon.
- Si prefieres floral/frutal: blended scotch.
- Si buscas precisión de notas: single malts (almendra, miel, herbáceas).
- Cata en 3 pasos: mirar – oler – saborear.
- Tip pro: una pequeña gota de agua abre aromas (sin “ahogar” el whisky).