La Universidad de Puerto Rico (UPR) respaldó en vista pública el Proyecto de la Cámara 165, que busca establecer como política pública la prohibición de baños neutros o mixtos en las agencias, instrumentalidades y dependencias del gobierno. Durante una vista pública en la Cámara de Representantes, el vicepresidente interino de Asuntos Estudiantiles, Edwin Vega Milán, presentó una ponencia oficial en la que, además de apoyar la medida, propuso considerar la instalación de baños individuales como alternativa que proteja la privacidad de todas las personas.
Recientemente, se han reportado testimonios de estudiantes que alegan haber presenciado comportamientos inapropiados en estos baños, como actos lascivos. Sin embargo, la administración de la UPR ha declarado que no existen querellas formales sobre estos incidentes en sus registros
El proyecto propone dividir los baños múltiples en instalaciones públicas exclusivamente según el sexo biológico. Asimismo, impone multas administrativas de $5,000 a cualquier dependencia gubernamental que no cumpla con la medida. Los fondos recaudados se dirigirían al Centro de Ayuda a Víctimas de Violación, creado por ley en 1976.
Al presentar la ponencia, Vega Milán señaló que el respaldo universitario no implica que se atribuya la problemática de seguridad o incomodidad en baños públicos a un grupo específico, sino que se reconoce que “hombres, mujeres y personas no binarias comparten la problemática”. Añadió que el tema levanta posturas encontradas dentro de la comunidad universitaria y debe atenderse con sensibilidad.
“La UPR avala la aprobación del P. de la C. 165, cuyo propósito sea proteger la salud, seguridad y dignidad de las mujeres en Puerto Rico”, indicó, tras argumentar que la creación histórica de baños separados por sexo respondió a la necesidad de proteger a las mujeres ante violencias sexuales.
Citó también una decisión del Tribunal de Apelaciones del 11º Circuito federal que, según dijo, validó políticas escolares que requieren a estudiantes usar baños conforme a su sexo biológico.
Según el funcionario, el proyecto “honra la batalla que las mujeres ferozmente han luchado en pro de los derechos basados en el sexo” y protege sus espacios seguros. En esa línea, destacó que el Estado tiene un “interés apremiante en salvaguardar la vida, dignidad y seguridad de las mujeres”.
No obstante, Vega Milán utilizó parte de su turno para introducir una propuesta distinta a la del proyecto legislativo: baños individuales que puedan ser utilizados por cualquier persona, sin importar su sexo ni identidad de género, siempre que estén disponibles de forma segura y privada. Señaló como ejemplo modelos usados en restaurantes de comida rápida, donde cada baño es individual y completamente cerrado, con inodoro, lavamanos y, en algunos casos, orinal.
“Lo que sucede con el tema de los baños es que todos requerimos acomodo, porque tanto mujeres como hombres o personas no binarias podrían, por diversas razones, sentir incomodidad al entrar a un servicio”, expresó. “La solución está en tener baños individuales”.
Reconoció que ese modelo implicaría mayores costos de infraestructura, pero insistió en que la UPR, como institución basada en el conocimiento y la investigación, puede contribuir a encontrar soluciones arquitectónicas y de diseño “novedosas” que respondan a la diversidad del estudiantado y del país.
“Desde la Universidad podemos hacer un llamado a los profesionales internos y externos que trabajan en la planificación, arquitectura e ingeniería a que conceptúen ideas noveles para solucionar esta problemática en beneficio de todas las partes”, afirmó.
Por último, subrayó su compromiso con el concepto de “acomodo razonable” y la importancia de garantizar espacios dignos para todas las personas, independientemente de su sexo o identidad. Aunque reiteró el respaldo institucional al proyecto, planteó que cualquier solución debe estar anclada en la equidad, el respeto y la privacidad.