Thursday, May 8, 2025
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Ni futuro, ni refundación, ni cambio

En 2025, Puerto Rico continúa sufriendo las consecuencias de su histórica situación colonial. Nuestro sometimiento al pleno poder de un gobierno extranjero sigue generando problemas, defectos, manipulaciones, ausencia de poderes políticos, no poder ejercer la soberanía, que los que habitamos en esta sociedad no podamos tomar todas las decisiones en los asuntos fundamentales que tiene todo país. Puerto Rico es el gran ausente de múltiples intercambios económicos, políticos y sociales que se dan en el Caribe, Latinoamérica y en el mundo entero.

En los últimos años, ese colonialismo ha sido despiadado con la imposición de la Junta de Control Fiscal. Siete “procónsules” toman las decisiones más importantes sobre política pública, presupuesto, agencias de gobierno. Son los que han mutilado el presupuesto de nuestra universidad pública, los que ponen en condiciones terribles a las agencias de gobierno en perjuicio de los servicios, los que quieren beneficiar a diversos grupos de bonistas y le imponen un veto a las decisiones de la Legislatura. La Junta es, sin duda, la expresión más burda del colonialismo.

Ante esto, es imperativo denunciar nuestra condición colonial en todos los foros posibles. Es necesario reclamar un proceso de descolonización con alternativas no coloniales ni territoriales que nos liberen de los poderes plenarios del Congreso de los Estados Unidos.

No podemos esperar del Partido Popular Democrático ningún cuestionamiento, ni indignación. Mucho menos, reclamos en contra de nuestra condición colonial. Su nuevo liderato está sumido en una complacencia colonial terrible para el país. Su líder y comisionado residente ha expresado que no esperemos una definición concreta del Estado Libre Asociado. Además, que Puerto Rico dio un consentimiento indirecto para la imposición de la Junta por el respaldo del gobernador y del comisionado del 2016. Para él, no existe el derecho de país para determinar quién lo debe gobernar. A las alturas del siglo 21, refrendar la esclavitud colonial es promover el estancamiento económico y social del país. Es sentirse cómodo con que nos impongan determinaciones en contra de lo que la Legislatura de Puerto Rico determine. Ahí no hay futuro, ni refundación, ni cambio.

Son tiempos de exigir y reclamar nuestra independencia y poderes para construir una Patria Nueva. Revivir o continuar adulando el colonialismo es una traición a Puerto Rico.

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