El recién renovado La Concha Resort en Condado eleva su propuesta gastronómica con la apertura de AQA Oceanfront, un concepto “al fuego lento” que se distingue por un rotisserie único en su clase en Puerto Rico, importado directamente desde Francia y diseñado para convertirse en la estrella de su cocina abierta.
De esta manera, los visitantes pueden disfrutar viendo cómo las carnes giran lentamente mientras conservan su jugosidad, impregnadas de un adobo criollo que evoca nuestras raíces.
“Nuestro concepto es una cocina abierta con un rotisserie. Mucha gente quizá lo perciba similar a un horno, pero es totalmente diferente. Aquí las carnes giran constantemente frente al fuego directo, un fuego a base de gas, logrando una cocción pareja que concentra y preserva todos los jugos”, explicó el chef de cuisine Christian Amaez.
Este método de cocción “a fuego lento” utiliza movimiento constante para dorar la superficie de la carne mientras mantiene su interior jugoso. A diferencia del carbón o un horno convencional, garantiza una distribución uniforme del calor, sellando los jugos y resaltando el sabor.
En AQA Oceanfront, cada proteína pasa por un marinado en salmuera durante 48 horas, lo que prolonga su frescura y aporta jugosidad y carácter a cada bocado.
“Nuestro tipo de marinado nos ayuda a preservar la carne por mucho más tiempo y crea jugosidad y sabor en nuestros platos”, añadió Amaez.
Cada corte, además, se ajusta al gusto del paladar boricua. “El hotel carecía de lo que era comida puertorriqueña. No quisimos hacer algo completamente auténtico, sino darle nuestro estilo. Cada carne tiene su propia sazón y su propia salsa”, puntualizó el chef.
Los protagonistas de la carta
La Rotisserie Tablita es uno de los platos insignia, que permite a los comensales seleccionar tres carnes acompañadas de vegetales encurtidos, pan de maíz y ají con sus respectivas salsas.
Entre las especialidades destacan el pollo rostizado con mantequilla avellanada, la pechuga de pavo en salmuera con chimichurri de tomate seco, la porchetta crujiente con un marinado que evoca el lechón puertorriqueño, las costillas St. Louis con salsa BBQ de la casa y el cordero al estilo jerk con un toque caribeño.
Cada proteína se acompaña de un maridaje y una salsa distinta: desde un mojo verde herbáceo hasta un chimichurri de tomate seco, pasando por salsa de yogur, BBQ de la casa y brown butter para realzar la jugosidad.
El menú incluye alternativas que despiertan nostalgia y creatividad, como un arroz con pollo que recuerda a las recetas de abuela, un chillo entero acompañado de papaya y salsa verde, un dorado sellado con apio en escabeche, y costillas de cerdo estofadas en cerveza local con polenta cremosa.
Para los amantes de los cortes, el ribeye de 16 onzas con papas al parmesano y trufa promete una experiencia robusta, mientras que las opciones vegetarianas —como el filete de coliflor con yogur de miel picante y puré de espinaca— amplían la propuesta.
A partir de las 6:00 p.m., el menú incluye aperitivos, una selección de ensaladas y el rotisserie deli, donde incluso se preparan sandwiches con las jugosas carnes. Los platos fuertes se acompañan de guarniciones como amarillItos, puré de sancocho, apio escabechado o couscous mamposteado, en versiones refinadas.
Platos pequeños y comfort food boricua
“La experiencia también se construye a partir de los small bites, pensados para reinterpretar clásicos locales”, destacó la chef ejecutiva del resort, Natalia Rivera.
Entre ellos figuran los montaditos de alcapurria rellenos de ropa vieja, las croquetas de bacalao, el pork belly glaseado en ron con kimchee, entre otras delicias.
“Queremos que el huésped local sienta nostalgia de la familia y que el turista pueda probar Puerto Rico sin salir del hotel”, añadió Amaez, al explicar que incluso el desayuno y el brunch se diseñaron con guiños al gusto local.
Entre estas propuestas figuran los pancakes de café con ron, inspirados en la canción del artista urbano Bad Bunny, y el casserole de french toast de maíz con mazamorra, ambos celebrando la cultura boricua.
Además de su menú a la carta, AQA Oceanfront se prepara para lanzar un brunch buffet de fin de semana, en el que el tradicional desayuno se transforma en una experiencia más robusta al estilo rotisserie.
A diario, el restaurante servirá desayuno y brunch en horario matutino, seguido por almuerzo y cena en la terraza y el salón principal con vista al mar.
Coctelería y postres
Para completar la experiencia, AQA Oceanfront cuenta con un menú de coctelería inspirado en los sabores más representativos de la isla y una selección de postres que reinterpretan lo local de manera creativa, como el delicioso tres leches de calabaza y cócteles de postre pensados para quienes prefieren experiencias líquidas.
La oferta de coctelería, liderada por Roxanna Osorio y su equipo, rinde tributo al alma del restaurante con bebidas inspiradas en sabores locales como piña, coco, parcha y mangó.
Entre las innovaciones se destacan el Coco Parcha Daiquiri, servido con un rim de barquilla de helado y un besito de coco, así como la Limonada de Bourbon, pensada para complementar la icónica tablita de carnes.
Por si fuera poco, el restaurante también ofrece opciones de mocktails y postres líquidos que rompen esquemas tradicionales, como un crème brûlée en formato de cóctel.
“Con frecuencia, nuestros huéspedes nos preguntan dónde pueden disfrutar de comida puertorriqueña auténtica en una versión más elevada y en un ambiente familiar. Con AQA Oceanfront quisimos responder a ese deseo y, al mismo tiempo, abrirle las puertas al público local que también ama el concepto del rotisserie, ahora acompañado de una vista espectacular al mar, no solo en la cena sino también en el brunch de los fines de semana”, expresó Mike Rivera, gerente general de La Concha Resort.
Con AQA Oceanfront, La Concha Resort invita a redescubrir los sabores de Puerto Rico en un entorno que combina tradición, creatividad y vistas inigualables, consolidándose como un destino gastronómico de referencia en la isla.