A los 5 años, Amanda Jones Rodríguez dibujó, en su cuaderno de kínder, que quería ser doctora de grande. Casi dos décadas después, ese dibujo se convirtió en la antesala de un sueño cumplido: estudiar Medicina en el Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), con el apoyo de la beca Doctor Ramón Mellado Parsons.
Jones Rodríguez recordó que su interés por la medicina nació desde muy pequeña, aunque se consolidó más adelante durante sus años de escuela superior.
“Desde bien pequeña, dije que quería estudiar medicina, pero no es hasta que uno crece y ve más que uno cuenta que en realidad es lo que le gusta”, explicó. Su inclinación por las ciencias se reforzó al ingresar a una escuela especializada en matemáticas en San Juan, donde tuvo su primer acercamiento a la investigación.
Durante esa etapa, participó en un programa intensivo de la Universidad Johns Hopkins, que le permitió explorar de cerca las especialidades médicas y entender cómo la investigación científica se relaciona con los casos clínicos.
“A veces, la investigación es mucha teoría, pero no es hasta que uno lo ve en un caso clínico que puedes relacionar la teoría con la vida real”, comentó. Esa experiencia confirmó su decisión de estudiar medicina, atraída también por la naturaleza dinámica del campo.
La joven loíceña se describe como una persona extrovertida y curiosa, que disfruta de los retos y de aprender constantemente. Esa misma curiosidad la llevó a aprovechar al máximo su paso por la escuela pública University Gardens, institución que, según esta, marcó un antes y un después en su desarrollo personal y académico.
“Yo digo que, si no hubiese pasado por esa escuela, quizás no sería ni la mitad de lo que soy hoy”, expresó. Destacó el sentido de comunidad que encontró allí, las oportunidades de investigación y servicio comunitario, y el apoyo constante de sus profesores.
Al recibir la noticia de la beca Doctor Ramón Mellado Parsons, Jones Rodríguez sintió una mezcla de sorpresa y gratitud. “Fue una sorpresa súper grata porque yo sabía que era una competencia fuerte. Me puse súper feliz. Esta beca era una que yo había visto desde antes de entrar a Medicina”, contó. La beca, que concede $5,000 a estudiantes de primer año del RCM, le permite concentrarse plenamente en sus estudios mientras cubre gastos esenciales como renta, agua e Internet.
Jones Rodríguez explicó que, durante su bachillerato, viajaba diariamente desde Ponce, pero ahora se hospeda en San Juan y el apoyo económico cubre gran parte de esos gastos. También, compartió que su experiencia como paciente con vitiligo fortaleció su empatía hacia otros pacientes y su deseo de mejorar el sistema de salud en Puerto Rico, para evitar que personas enfrenten las mismas dificultades que afrontó.
Sobre su visión de la medicina, Jones Rodríguez sostuvo que se trata de un campo profundamente humano. “Debe tener muchísima empatía. Estamos trabajando con personas en sus momentos más vulnerables. Pienso que la medicina es una de las carreras más bonitas por el impacto que tú tienes en la vida de una persona a corto y a largo plazo”, destacó.
Mencionó que, por el momento, se inclina por la neonatología, especialidad enfocada en la atención de bebés prematuros, aunque mantiene apertura hacia otras ramas de la medicina. Expresó además su deseo de ejercer en Puerto Rico, al señalar que tuvo la oportunidad de investigar en Boston, Massachusetts, pero valora profundamente la calidez de su país y aspira a criar a sus futuros hijos allí.
Jones Rodríguez reflexionó sobre el camino recorrido y el futuro que la espera. “Estoy muy orgullosa de la niña que nunca se quitó, porque perseveró. Tuvo su sacrificio, pero hoy día ese sacrificio ha dado fruto”, afirmó con una sonrisa.