La Legislatura de Puerto Rico continúa llevando a cabo vistas públicas y mesas redondas alegando querer hacer justicia al personal de la enfermería. Sin embargo, a pesar de que el personal de enfermería lleva años llevando sus denuncias a la Legislatura y solicitando que se ponga como prioridad el servicio que merecen pacientes de la Salud, sus reclamos no han sido atendidos.
No hace falta continuar llevando a cabo reuniones ni mesas redondas para confirmar la realidad que viven profesionales de la enfermería: turnos de trabajo largos -en ocasiones más de turnos dobles-, interminables y extenuantes, falta de descanso adecuado, salarios insuficientes y una sobrecarga de trabajo que pone en riesgo su vida y la de quienes atienden. Profesionales de la enfermería nuevamente ofrecieron testimonio de cómo pacientes han fallecido como consecuencia directa de la falta de personal en hospitales. Es innegable que el personal de la enfermería no puede atender decenas de pacientes a la vez, como pretenden sus patronos, y que a medida que aumenta la cantidad de pacientes asignados, se disminuye el tiempo y atención individualizada que se le puede ofrecer a este. Ciertamente, la salud no puede tratarse como un negocio -como solicitan los hospitales y sus organizaciones patronales- sino que tiene que ser atendida como un servicio esencial.
Profesionales de la enfermería continúan llevando sus denuncias a la legislatura y participando de los procesos legislativos con evidencia contundente de cómo la sobrecarga de trabajo y la explotación laboral ha afectado su salud física, emocional y mental. Las organizaciones sindicales que representan a profesionales de la enfermería presentaron evidencia de casos en los que la falta de personal suficiente ocasionó la muerte de pacientes de salud mental (en salas de psiquiatría). No se puede esperar más, regular la cantidad de pacientes por profesional de la salud, regular las horas máximas de trabajo y aumentar sus salarios y beneficios es el primer paso en la dirección correcta para salvar vidas.