La leyenda deportiva de LeBron James se incorporó hace tiempo a la memoria colectiva de los estadounidenses, por su condición de máximo anotador en la historia de la NBA y como uno de los mejores jugadores del mundo, pero faltaba ponerle aquel sello que encontró cauce en la inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024.
La imagen del astro portando la bandera de las barras y estrellas en el saludo inaugural, por el río Sena, inmortalizó definitivamente la figura de “The King”, quien cumple así dos sueños íntimos que se propuso alcanzar este año: disputar sus últimos Juegos con el Team USA y poder compartir en una cancha como profesional junto a su hijo, Bronny, quien ahora será su compañero en Los Ángeles Lakers.
Los JJ.OO. de Londres 2012, con su segundo oro –había ganado otro en Pekín 2008 y un bronce en Atenas 2004–, era hasta ahora la última aparición olímpica de la estrella.
Estados Unidos inició el domingo su camino hacia el quinto oro olímpico consecutivo en baloncesto, con una contundente victoria de 110-84 sobre Serbia, y el miércoles le siguió su segundo triunfo, por 103-86, al frente de Sudán del Sur en el Estadio Pierre-Mauroy de Lille. En el debut, James cumplió una presentación notable al acercarse al triple doble al lograr 21 puntos, 9 asistencias y 8 rebotes. Mientras que, ante Sudán del Sur sumó 12 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias.
“Estos Juegos son una fiesta para mí y esta designación como abanderado me llena de orgullo”, declaró tras la apertura en Paris, extasiado por los fulgores de una inauguración nunca antes vista en su fantástico despliegue escénico.
El astro completa un año perfecto, donde pudo renovar su contrato con Los Ángeles Lakers por dos temporadas más, asegurándose un acuerdo de $104 millones. De paso, además se convierte en el primer baloncelista de la historia que compartirá en el mismo equipo con su hijo, de 19 años, que fuera seleccionado en el puesto 55 del último Draft de la NBA.
El técnico del cuadro estadounidense, Steve Kerr, logró reunir a un equipo de ensueño –según los especialistas– que busca refrendar el oro por quinta ocasión consecutiva y hace recordar al Dream Team del ‘92, que conquistó Barcelona ‘92 con Michael Jordan y Scottie Pippen a la cabeza.
Símbolo y catador
Hoy, cerca ya de cumplir 40 años en diciembre, el alero asume que se despide de los Juegos Olímpicos y queda solo a un paso del retiro en la NBA.
Tras unirse a Los Lakers en 2018, desde entonces ha sido una figura trascendental en el equipo. Sin embargo, más allá de su fortuna y fama incalculables, su propósito de compartir el juego con Bronny parecía casi una obsesión una vez que el joven regresara a la actividad, luego de sufrir una seria afección cardíaca.
En el marco de la cita de París, el “King” concedió una entrevista a ESPN donde hizo un perfil de Bronny: “No le importa nadie. Ni siquiera escucha lo que dicen. Es genial, todo lo contrario de su padre. Su padre dirá algo, pero a él no le importa. Todo lo que se dice sobre él, realmente no le importa”.
Como sea, LeBron disfruta su “last dance” intensamente, como lo hizo el plantel de EE.UU. hace pocos días, cuando festejaron la primera victoria con finos vinos franceses, valorados en $73 mil y con el propio astro liderando la elección de las cepas. “LeBron tiene un conocimiento profundo de vinos y sabe exactamente lo que quiere. Es un verdadero conocedor”, reveló The Sun, en otra faceta del ídolo que inicia su cuenta regresiva después de cumplir dos sueños pendientes de su vida.